(De)Construccion de Arte Contemporáneo

Registro de actividades de curatoria y escritura, más comentarios de pasión y/o aburrimiento por el mundo del arte.

10.9.07

TEXTO:MIL FISURAS EN LO COTIDIANO




El pintor chileno Pablo Jansana expone desde el 6 de septiembre en la Galería Artespacio, su muestra "Zoopsia". Él me encargó un texto para el catálogo, el cual finalmente no ha sido incluído por cuestiones logísticas. Sin embargo, el blog salva esas cuestiones económicas.
He aqui el texto en su versión original, completa-

MIL FISURAS EN LO COTIDIANO

“La producción de las ideas, de las representaciones, de la conciencia, está en primer lugar directamente entrelazada con la actividad material y con las relaciones materiales de los hombres, lenguaje de la vida real”.
K.Marx y F.Engels, Escritos sobre Arte.

CONDICIÓN CIUDADANA
Vivir en Santiago no es precisamente algo que se nos dé fácilmente a los que en ella habitamos; es más, ser capitalinos conlleva un esfuerzo cotidiano por sobreponerse a la agresividad del ambiente, tanto a niveles físicos como humanos: la contaminación del aire y el ruido, la agresividad y la depresión generalizada.
Ahora bien, la fuente constante de estímulos a los cuales debemos permanecer alertas, altera también nuestro umbral de percepción: es tan amplia la cantidad de elementos a los que debemos enfocarnos durante cada segundo de nuestro tránsito urbano, que finalmente terminamos en una especie de letargo.
Señalo este contexto porque es en el cual se genera la producción pictórica que ahora me atañe, aunque ella misma vaya más allá de su circunstancia.

LA BRUTALIDAD DE LOS MEDIOS
Circula, corre, se extiende, se pierde: la información se ha transformado progresivamente en un flujo continuo de mensajes cortos y veloces, de rápido consumo y extremadamente descartables. Por el contrario, para expresarnos desde lo más profundo de nuestro ser, lo primero que hacemos es balbucear, buscando con torpeza las palabras que podrían reflejar nuestra emoción o nuestra opinión. Divagamos entre cientos de clichés para dar finalmente con un diálogo abierto. Ante el poder embrutecedor que ejercen los medios de comunicación, la labor de los artistas es generar fisuras que hieran la superestructura de control, develándola.

EL CONTROL DEL CAOS
Entonces algunos artistas, todavía muy pocos, abordan este entorno que ya nos perturba en lo más íntimo, porque estamos enfrentados a él como cuerpos que circulan por la ciudad, inmersos y condicionados por ella misma. Una obra que asuma la sobresaturación de estímulos de la metrópolis, será sin duda un intento por controlar ese ambiente, como si la pieza creada fuera una forma de catarsis estética, que exorcizara todo aquello que confunde la experiencia humana en la urbe moderna.

UN ESTADO ZOOPSIA
En el contexto antes descrito, Pablo Jansana se entrega con meticulosidad a la creación pictórica, revelando un estado íntimo de suma percepción sobre el entorno. Su mirada actúa posicionándose en todo el plano visual al unísono, y su mano responde a ello, abstrayendo destellos y coordenadas.
La multiplicidad de signos en su producción se relaciona con un background lisérgico, donde intenta dar una respuesta casi orgánica a los medios y soportes tecnológicos actuales. Jansana, entonces, recupera para sí un fenómeno conocido como zoopsia, en donde las personas, intoxicadas por alguna sustancia, perciben todo su alrededor como formas de animales. Reinterpretando este suceso, el pintor produce una obra que traslada todo el entorno a una organicidad casi genética, transfigurando los datos externos en una suerte de mapa que captura lo efímero circundante.

RUIDO BLANCO
Para establecer un símil, equiparo “lo efímero circundante” al ruido blanco, que es aquel sonido al cual no prestamos atención, como por ejemplo al de la televisión cuando no captura ninguna señal. Los ruidos blancos son capas de sonido que pueden devenir música, si logramos oírlas y distinguirlas realmente. Algo similar establece la obra de Jansana, ya que su pintura abarca todo aquello que no sería calificado normalmente como esencial al campo de la visión; no es la persona fumando sino el humo del cigarro, no es la fuente de agua sino las ondas que de ella fluyen, no es ningún paisaje prefabricado culturalmente, sino lo que hemos dejado en los bordes de la jerarquización visual, lo que él lleva al plano pictórico. En ese sentido, su abstracción no responde a estados emocionales particulares, sino a una propuesta que busca establecer un parámetro de orden orgánico pimero, y lingüístico, después. En ello recae la responsabilidad social de su obra.

LA PINTURA, EN ESTE CASO
Las obras que exhibe Pablo Jansana en esta exposición, convocan un amplio abanico de materiales, como pigmentos, resina epóxica, óleo, impresiones digitales e incluso granos de arroz, y cada pieza da cuenta por sí misma de una producción que responde a la sobresaturación, aludiéndola directamente.
La factura análoga, al contrario de los medios digitales, exige un mayor control de las herramientas disponibles, ya que cada gesto es indeleble y marca una ruta a seguir. En algunos casos, el pintor deja que la resina se disperse sobre la superficie en un azar controlado. Otras veces, lo que hace Jansana es generar una dinámica puntillista, cuya abstracción subyace enrejada por una trama. A cualquier claridad visual posible, se le concede una molestia que perturba la lectura, pero que también la enriquece.

LA RESISTENCIA
Hace casi cien años, los futuristas caían rendidos ante la velocidad que proponía la incipiente industrialización de los modos de producción, que afectaba ya fuertemente la vida cotidiana. La llamada “impresión dinámica” era, a la vez también, la restitución pictórica de los estados del alma, según las ideas de Boccioni expresadas en el Manifiesto Técnico de la Pintura Futurista.
Ahora que vivimos plenamente en ese futuro antes soñado, resulta coherente que alguien como Pablo Jansana no sólo se ocupe del oficio pictórico, sino que también se enfoque en señalar un estado anímico de descontento y extrañeza, un sentimiento muy contemporáneo a la postmodernidad. En ese sentido, el cuadro de franjas negras sobre un fondo negro marca la negación de los tonos, ya sean mezclados y puros, asi como de la irregularidad del pincel vigoroso. En esa negación, establece una resistencia ante todo los demás cuadros.

LO ORGÁNICO Y EL COSMOS
Si bien mi lectura de la obra de Pablo Jansana insiste en otorgarle un sentido político (como ciudadano en la polis), él me plantea también el sentido de lo Universal en su obra. Coincidímos en que no es en ningún caso sobre lo
cósmico – espiritual lo que sus pinturas reflejan, sino que ellas, en cuanto abstractas y abstraídas de sentimentalismos, establecen un lenguaje universal, por lo que tienen de humano, de orgánico, de geográfico. Constatamos, por ejemplo, su paso desde una pintura puntillista de colores chillones, a una más calma, donde se permitían los tonos pasteles y los espacios monocromos. Y mientras discutíamos esta “cosmética del cosmos”, una abeja se posó sobre la pintura fresca de uno de los cuadros, quedando atrapada en la resina. Al tratar de zafarse, fue dejando su huella y modificando lo que Jansana había recién pintado. Era una confirmación, casual al estilo de las que tenía Jung en sus tesis, de que realmente sus obras estaban entregadas al proceso abierto de lo orgánico.

EL MONTAJE
Las obras expuestas refuerzan cada una el impulso de exámen individual de estilo y ejecución; sin embargo, no presentan una imagen homogénea ni sobre el plano del contenido ni sobre el del color. De este modo, el montaje busca traspasar el proceso creativo de taller al espacio estable de la galería, reforzando la sensación de agobio y divagación. Es la puesta en escena de un Hacer.
Así mismo, una disposición atiborrada en el volumen de la galería, recuerda la manera habitual de colgar cuadros en los antiguos salones de arte, sin aire entre unos y otros. Es entonces, la puesta en escena de una ironía a la Modernidad.


Natalia Arcos Salvo / Teórica e Historiadora del Arte.