(De)Construccion de Arte Contemporáneo

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4.7.07

TEXTO: TELON DE FONDO


Hoy 4 de julio, el pintor chileno Juan Cristóbal González inaugura su muestra individual en Galería 13. Para el catálogo de esa expo, le escribí el siguiente texto. Que lo disfruten!!

Telón de fondo

“El arte es la inminencia de una revelación que no se produce”
Borges.

Juan Cristóbal González presenta en “Escenografías Dramáticas” un conjunto de seis dípticos cuya factura corresponde a la mimesis pictórica de una imagen fotográfica: en cada obra, diferentes escenarios de espacios públicos son puestos en un diálogo conflictivo con maquetas arquitectónicas.
Esta dualidad visual revela que, tanto el sustento fotográfico como la traducción a la pintura de esas imágenes, son dos operaciones de recorte visual del entorno inmediato, bisecciones a la realidad, que buscan desbaratar el anhelo de un sentido único en la obra: que la imagen de unas mujeres en la piscina comparta formato, técnica y exhibición con la imagen de una proyección a escala de una potencial edificación, como lo es la maqueta, no hace sino explosionar las potenciales lecturas simbólicas que ofrecen cada una de las piezas.
Sin embargo, y aunque la figuración detallada y preciosamente elaborada que realiza González podría llevar a engaño, las pinceladas algo nerviosas, la aplicación de empastes duros, el contraste de colores fuertes, las manchas y los contornos oscuros, demuestran que el signo pintado, lejos de ser transparente, es una estructura codificada que no puede constituir una “expresión” inmediata: lo pictórico se asume aquí como un desafío que procura crear una crudeza artificial, lo que indica a su vez una situación sumida en el malestar ante el montaje de las estructuras sociales.
El ensamblaje de dos elementos temáticamente diversos, creando la ilusión de unidad, funciona al igual que el collage, en el que distintos fragmentos presentan contradicciones irresolubles y concreciones irreconciliables. Esta propuesta estética contiene, entonces, un sentido de disociación en lo representado: la convivencia forzosa de dos entes significativos distintos en apariencia, señala, paradojalmente, que es su mera apariencia en la tela lo que realmente adquiriere importancia.
La distancia “significativa” refuerza el clima de aislamiento que transmiten las obras de Juan Cristóbal González; al emplear la figuración y generar una ilusión de naturalidad, pone en cuestión tanto la artificialidad del arte, como el de la sociedad contemporánea.
En un mundo que, sutil pero progresivamente, devalúa el valor de la experiencia humana, la ausencia del carácter abstracto en estas pinturas, propio de toda expresión, señala nuestra propia abstracción moderna, en tanto que entes lanzados a la vorágine de la maquinaria productiva.
Estas obras son, entonces, como el telón de fondo de un escenario delirante que, querámoslo o no, nosotros mismos ayudamos a elaborar a diario.

Natalia Arcos Salvo
Teórica e Historiadora del Arte.